La antigua Iglesia del pueblo se situaba “extramuros al otro lado del regato”, al lado del cementerio como bien recoge el diccionario de Pascual Madoz en 1845. Su construcción era sencilla, sin ningún elemento artístico reseñable, y estaba dedicada a San Cristóbal. El abandono y las inclemencias del tiempo la fueron deteriorando hasta quedar en un estado casi ruinoso.
Entre 1891-1896, el Obispado de Salamanca realizó un plan especial para rehabilitar algunas iglesias de la Diócesis y en algunos casos, como fue el de Miranda de Azán, volverla a construir de nuevo.
El domingo 29 de diciembre de 1895 se celebraba la inauguración del nuevo templo parroquial que había sido construido con fábrica sencilla, aprovechando elementos de la antigua iglesia, y quedando el pueblo muy satisfecho pues, según la prensa de la época “pocas localidades del vecindario de Miranda tendrán un templo tan lindo y bien acabado cono el recientemente erigido allí”
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