“Quizá no sea la mejor solución pero sí es una de ellas”


De esta forma modesta y realista presentaba Christian Felber en Austria en octubre de 2010 esta iniciativa que trata de convertir la economía actual, en la que solo cuenta el afán de lucro y la competencia, en una economía más social y abierta, al servicio de los ciudadanos y que persiga el bien público.

 

“¿A caso hay que admirar a una gran empresa por los buenos beneficios económicos que obtiene aunque para conseguirlos utilice mano de obra infantil e invierta en paraísos fiscales? O las ganancias de un país, el índice del P.I.B. ¿Nos indica si ese país es una dictadura o una democracia?”


El Modelo del Bien Común se constituye como un modelo abierto capaz de adaptarse a las necesidades de distintas regiones, diferentes empresas o diversas administraciones públicas. Pretende ser un indicador que junto a los criterios de rentabilidad económica y competencia, indique al ciudadano si esa empresa, o ese municipio o país, cumple una serie de criterios que tienen que ver con el respeto al medio ambiente, los derechos humanos y la igualdad social, y así poder elegir y poco a poco conseguir que la economía esté al servicio de las personas y no al contrario.

 

En estos dos años, tal vez impulsado por la crisis, el movimiento de la Economía del Bien Común se está extendiendo con fuerza por Europa, Estados Unidos y América Latina. Países como Alemania, Austria, Inglaterra y Francia cuentan ya con una red de empresas y organismos públicos que tienen presente estos valores en su funcionamiento. En España, empresas de Cataluña, País Vasco, Madrid, Andalucía o Castilla León, y algunos municipios como Muro de Alcoy (Alicante) o Rivas-Vaciamadrid (Madrid), también se están adaptando a él.

 

El municipio de Miranda de Azán aprobó el pasado 2 de mayo de 2013 un manifiesto por el cual se compromete a realizar el Balance del Bien Común como forma de evaluar el desarrollo de su actividad política, social y económica a la hora de ponerlas al servicio de la ciudadanía. Con esta declaración, y la creación de un Campo de Energía (grupo de trabajo) en Salamanca tras una conferencia organizada por el Ayuntamiento, Miranda de Azán se convertía en el primer Municipio Promotor del Bien Común en el mundo. Así lo cita Christian Felber en el epílogo de la edición española de su libro "Salvemos el Euro" de editorial ANAYA.

 
Los primeros objetivos del Consistorio, como Municipio del Bien Común, se están centrando en dos líneas fundamentales del movimiento: la transparencia económica y política y el apoyo a una economía de sostenibilidad. Para lo primero la página web municipal es una herramienta fundamental para facilitar el acceso de los ciudadanos a la información referente a gastos, presupuestos, gestiones, documentación... y abrir un cauce de comunicación con los vecinos. Respecto a la economía sostenible, Miranda de Azán pretende potenciar el mercado responsable y de proximidad participando en una red comarcal de pequeños productores y favoreciendo el comercio con la celebración anual de un Mercado Campesino que ponga en contacto a estos productores con pequeños compradores.
 
Un próximo compromiso a desarrollar por este Ayuntamiento será potenciar la participación ciudadana. De momento ya se está haciendo al desarrollar actividades que se realizan con la colaboración de los vecinos (talleres, el Mercado Campesino, fiestas...) pero se persigue una mayor implicación por parte de los vecinos en la vida del pueblo. Para ello se pretende llevar a cabo proyectos con jóvenes y niños  y favorecer los cauces de opinión y decisión con los adultos, para conseguir una participación responsable en temas de calado como análisis de las encesidades que puedan existir, gestión de recursos municipales o incluso creación de cooperativas vecinales.

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ECONOMIA DEL BIEN COMUN. IDEA Y PROCESO
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